Summer time: Momento de una dieta….financiera
La mayoría de nosotros estamos familiarizados con el término “DIETA” estoy segura que casi tod@s en algún momento hemos hecho una o conocemos más de una. Iniciamos este camino motivados por un objetivo muy claro: bajar esos kilitos de más que nos estorban y con los que ya no nos sentimos a gusto, un viaje a la playa en donde queremos lucir ese traje de baño, o conocimos a alguien y queremos estar más mameyes, o incluso por que ya hay un tema de salud que tenemos que cuidar. Sin embargo la mayoría de nosotros también nos quedamos en el camino por diferentes factores: mitos del proceso, queremos todo rápido, falta de disciplina y constancia, falta de asesoría de un profesional, o no tenemos metas ni objetivos claros.
Y todo esto ¿qué tiene que ver con una dieta financiera?… TODO, En ambos casos para tener éxito se tiene que convertir en un HÁBITO, una forma de vida.
Vamos a ver cómo se parece una dieta de alimentos a una dieta financiera:
- Mitos alrededor del proceso:
Dieta Comida: Te mueres de hambre, solo puedes comer pechuga y carne asada y comes verdura como conejo. Te sientes cansado todo el día.
Dieta Financiera: No me alcanza para ahorrar necesito ganar más, Si ahorro no voy a poder viajar ni darme mis gustitos, Ahorrar es para gente con mucho dinero.
2. Falta de asesoría profesional:
Dieta Comida: Hacemos la dieta de la luna, la del helado de vainilla o la de la piña que vimos en la revista. Y ¿Cómo sabes que eso funciona? ¿Qué eso es lo que nuestro cuerpo necesita? Quien mejor que un especialista para que nos diga que necesitmos y basado en nuestros gustos.
Dieta Financiera: Creemos que llevar el control de nuestro dinero en la mente es suficiente. La mayoría de las veces no tenemos claro la relación de nuestros ingresos vs gastos o cuales son nuestros principales puntos de fuga de dinero. Desconocemos si hay mecanismo que nos puedan ayudar a generar una dieta a nuestras finanzas y lograr nuestras metas financieras.
3. Rapiditis
Dieta Comida: Todo lo queremos rápido, buscamos recetas o remedios “mágicas” Creemos que por 2 semanas de comer lechuga ya vamos a estar con cuerpo de modelo de Victoria Secrets. Resultado = alta frustración e idea de que las dietas no sirven.
Dieta Financiera: “De aquí a que junto el dinero es mucho tiempo, mejor uso la tarjeta de crédito y ya lo voy pagando” (TIP: el dinero prestado es el más caro y MÁS caro el del banco). Pensar “yo lo hago solito, yo puedo” o “Es muy poquito rendimiento, conozco otros instrumentos que te dejan mucho dinero” (no sabes como funcionan ni los riesgos que implican).
4. Falta de constancia y disciplina.
Dieta Comida: El Propósito de inicio de año de todos es ponernos a dieta y hacer ejercicio. Este buen “deseo” nos durará a lo mucho 1 mes, la voluntad va desapareciendo, por que no tenemos un objetivo definido o un objetivo que nos motive lo suficiente.
Dieta Financiera: No ahorramos en instrumentos formales que nos “obliguen”, lo hacemos cada que nos acordamos o con la misma voluntad con la que haremos la dieta. Si logramos ahorrar lo dejamos en nuestra cuenta del diario. Entonces a la primera tentación tomamos el dinero “prestado” q nunca regresamos.
Tanto la dieta de comida como la dieta financiera es un proceso y un HÁBITO el cual se construye poco a poco.
Es muy fácil entenderlo de esta forma: un día te invito a correr un maratón, y tú nunca has corrido.
El primer día te digo, vamos a correr hoy los 42kim sin parar, probablemente te encuentres muy motivado y dispuesto a hacerlo, sin embargo en el kilómetro tres o cuatro me vas a decir que ya no puedes y abortas la misión y en tu vida vas a volver a correr porque la experiencia fue traumática.
¿Qué pasaría si yo te dijera que el maratón lo corremos de aquí en un año y vamos a llevar un entrenamiento con un profesional?. El primer mes vamos a correr 1 km, el siguiente 2 km y así sucesivamente. Vas a ir progresando gradualmente y vas a ir construyendo poco a poco la fuerza y resistencia que se necesita para el día de la prueba.
Lo mismo pasa con el ahorro, poco a poco vas a ir generando el hábito. Todos quieren el resultado pero muy pocos están dispuestos a vivir el proceso. Tanto la dieta de alimentos como la financiera requiere un compromiso contigo mismo y algunos sacrificios pero siempre todo con balance.
En la dieta tendrás que dejar el pan, y a lo mejor una vez al mes podrás darte ese gusto, no quiere decir que NUNCA vas a volver a comer pan en tu vida. Lo mismo con el ahorro, tendrás que dejar tus gastos hormiga, o reducir algún tema en particular pero ese gasto será lo que te ayude a formar el capital para tus objetivos del futuro: un auto, casa, educación de tus hijos, viajes, retiro.
Asesorías como las que damos en Efecto Bliss, te ayudan a identificar: ingresos vs gastos, puntos de fuga, gastos hormiga y así poder definir tu prespuesto, prioridades y un plan de acción. ¿Te animas?.
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