Una niña, un vestido y el ahorro.
Quiero iniciar este blog, diciéndote que la mayoría de las personas NO sabemos como administrar nuestro dinero, y no es nuestra culpa… ¡Nunca nos enseñaron!
En la escuela nos enseñaron a sumar, restar, multiplicar y dividir, después hasta Cálculo Integral o Geometría analítica… Pero no recuerdo que hayamos tenido una materia de finanzas personales, o ¿Cómo administrar tu dinero? es más… ¿Qué hacer con tu primer sueldo?
¿Cómo he aprendido? a base de errores y tropezones. Así que NO ESTAS SOL@
Mi primer contacto con el tema del Ahorro fue a mis 10 años. Aunque en ese momento no fui consciente.
A mis 10 años, fui seleccionada para participar en el evento de clausura de fin de año de mi escuela. ¿Qué tenía que hacer? … estar en el grupo de Jazz, ensayar y pagar el vestido para el evento.
En ese entonces costaba unos 300 pesos (estamos hablando de los 90s).
Cuando le di la noticia a mi mamá que había sido seleccionada entre 50 niñas y que solo seríamos 15 las que bailaríamos no cabía de emoción. Pero todo se derrumbo cuando le dije el precio del vestido.
Mi mamá me dijo que NO, que ella ni mi papá tenían el dinero para pagar el vestido.
No éramos ricos, pero tampoco pobres. Mis papás cuidaban en que cosas se gastaba el dinero y no mal gastarlo. Hoy entiendo que probablemente si pudieron pagar el vestido, sin embargo la lección que mi mamá quiso enseñarme era más grande.
Lloré mucho y con todo mi dolor y “pena” tuve que decir que no podía salir en el evento. Me sentí triste, frustrada y decepcionada por que mis papás no me dieron lo que yo quería. Pero ese mismo coraje fue el que hizo que yo encontrará la manera para que el siguiente año no me volviera a pasar esto.
De entrada estaba segura que sería seleccionada para el siguiente año. Cerca de mi casa había un depósito de dulces así que se me ocurrió comprar y vender dulces en la escuela durante todo el año y ese dinero ahorrarlo para que cuando llegará el evento de fin de año yo tuviera el dinero.
Así que le pedí a mi mamá un “préstamo” para arrancar el negocio.
Guarde los dulces una “hielera” pequeña (que usaba mi papá cuando íbamos a la playa) y así inicio el negocio.
Primero con mis vecinos de banca, después se fue corriendo la voz hasta que niños de otros grupos y grados me buscaban en el recreo. Anotaba todo lo que iba vendiendo y hasta los que pedían fiado para llevar el control de las cuentas.
Los viernes hacía corte de caja, cobraba lo que había fiado, hacía las cuentas con mi mamá y ella me guardaba el dinero.
Tuve que sortear, que las maestras o prefectas no me “cacharan” por qué eso estaba prohibido. El negocio creció tanto que hasta congeladas llegue a vender… no me pregunten ¿cómo lo hacía?
Al final del año, ocurrió lo que yo tenía como objetivo ser seleccionada y ahora sÍ tener el dinero para pagar mi vestido. Recuerdo que lo que más emoción me dio fue poder recibir el vestido con el que bailaría, sentir la emoción de haberlo logrado por mi misma, ver que mi esfuerzo había dado frutos, hasta superar la “pena” de que iban a decir mis amiguitos por vender dulces. El bailar paso a un 2ª plano.
Ese momento en mi vida me marcó para siempre, cuando en mi edad adulta empecé a querer cosas más grandes como: mi carro, viajes, etc. y pensaba y sigo pensando en el vestido y siempre regreso a ese momento y me digo: si esa niña de 10 años lo logró por su puesto que tu también. Esa niña me enseño en ese momento los que hasta la fecha siguen siendo mis 3 principios básicos en finanzas personales:
- Tu propósito = ¿Qué quiero lograr? Tener el dinero para el vestido.
- Acciones = ¿YO que tengo o que puedo hacer para lograrlo?
- Mi meta= Salir en el baile con el vestido.
¿Te diste cuenta de algo?… la niña llevaba un control en su libreta: lo que había comprado, lo que vendía, lo que le debían. Y tú ¿llevas ese control con tu dinero?
Tu tuviste algún experiencia así de niñ@
La siguiente ocasión platicaremos de como llevar el control que es nuestro primero paso para organizar nuestras finanzas.
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