Si bien es cierto que ya empezamos con los intercambios navideños, las cenas, los brindis y todo tipo de pretexto es bueno para probar las delicias de la temporada, también es cierto que en unas semanas sentiremos la culpa de haber abusado en las cantidades y por supuesto que veremos comprometida nuestra salud y nuestro bienestar emocional relacionado tristemente con la culpa. 

Al contrario de todos aquellos posts y blogs que te garantizan que puedes hacer platillos fit en ésta temporada restando ingredientes como pan, tortilla, purés, azúcares, betunes, etcétera, la realidad es que ya estando frente a una deliciosa pasta o frente al pavo navideño, (receta tradicional de la abuela) nadie se resiste a romper los mitos de una temporada Navideña “Saludable”.

Aquí te van 10 consejos para cuidar tu alimentación durante tus cenas navideñas y que el espíritu de tus reuniones te acompañe y no te persiga:

  1. Si vas a ingerir bebidas con alcohol, te recomiendo que sustituyas eL refrescos por agua mineral. Evita bebidas escarchadas con sal o con azúcar, de esta manera no te sentirás inflamado al día siguiente por la retención de líquidos.
  2. Por cada vaso de refresco, cuba o coctel que te sirvas, puedes beber un vaso de agua natural, te ayudará a mantenerte hidratado y disminuirá la sensación de ansiedad por no tener un vaso o copa en la mano. 
  3. Procura evitar el “famoso vaso rojo”, su gran capacidad hará que ingieras más alcohol, más refrescos y que tengas una ganancia de peso adicional. 
  4. Si acudes a una cena en donde también habrá botanas como frituras, dips, quesos, y carnes frías, considera que aún tienes que dejar espacio para la cena, por lo que te recomiendo que elijas botanas como frutos secos, algunas nueces y alguna que otra fritura; de esta forma guardarás apetito para cuando venga la cena de 2 o 3 tiempos.
  5. Si hay varios platillos en el menú y todos se te antojan, te recomiendo que sirvan porciones muy pequeñas en tu plato que te permitan probar de todo y elegir qué platillo te gustaría repetir o servirte como principal. 
  6. Aunque la ensalada de manzana y la de codito con muchísima crema son deliciosas, te recomiendo servirte en una taza pequeña para que no pierdas la proporción de lo que estás comiendo, ya que entre más grande sea el plato, la sensación de “nunca es suficiente” será cada vez mayor. 
  7. Prefiere las ensaladas verdes que las ensaladas cremosas y procura que en tu plato principal, la ensalada represente al menos una tercera parte de tu plato. 
  8. Al elegir tus platillos dale prioridad a las ensaladas verdes y a los platos como pierna, pavo, bacalao, lomo, etcétera y sírvete pasta únicamente como complemento o guarnición. Recuerda que, aunque los carbos no son malos, es mejor no darles prioridad en presentaciones como pasta, pan dulce, galletas, dulces confitados, cereales de caja, almendras o nueces con chocolate, etc.
  9. Aunque sabemos que el recalentado es “el imperdonable”, te sugiero que posteriormente separes la comida restante en tuppers o trastes más pequeños que te sirvan de porción en una o dos semanas y los congeles, además de que te sabrá delicioso tener todavía platillos de la temporada, no tendrás la tentación latente de querer acabar con todo.
  10. Finalmente te recomiendo que, en cuestión de postres, uses un plato pequeño y consumas porciones de 1 o 2 dedos de ancho cuando son pasteles o flanes, y si piensas acompañarlo de café, disminuyas la cantidad de azúcar que le agregarás. 

Ahora sí ¡Vete a triunfar Y Felices fiestas!

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Me enfoco en la orientación alimentaria para ayudar a mejorar la calidad de vida enseñándote a llevar una vida más saludable buscando acciones más alcanzables para lograr una salud integral.